Todo triunfo comienza por un cambio de actitud
Aunque empecé a ser socio desde aquel 2 de septiembre de 2002, la Junta Directiva que había en aquel momento confiaba en mí, yo subía todos los días me gustaba estar allí y aprender. Estoy muy agradecido porque he aprendido muchísimo, tanto a comunicarme con ellos en Lengua de Signos como estar con ellos, siempre me han dejado ser yo, dar lo mejor de mí, nunca me he sentido juzgada al compartir con personas que tienen la misma problemática que yo.
Aun así, trabajaba en el Carrefour de cajero, fueron 6 meses intensos, pero difíciles de olvidar. Pronto intenté junta a personas sordas para jugar a fútbol en los partidos que organizaba socios del Real Madrid contra Barcelona, pero tengo que reconocer que era muy visual y no me permitía desarrollar mi juego, entonces me daba cuenta de porque jugaba mejor con los oyentes. Recuerdo visita la fábrica de cervezas “HEINEKEN”, por la Carretera de la Imora en Jaén, aquel 29 de octubre, cerca estaba mi casa, donde allí pudimos probar unas buenas cervezas acompañadas de tortilla de patatas, aceitunas y aperitivos que nos pusieron.
Sin olvidar a las primeras jornadas a las que me apunté, que se celebraron los días 8 y 9 de noviembre de aquel año, llamadas jornadas sobre “Formación y Empleo: Un reto para la Comunidad Sorda”. Estas fueron organizadas por la APROSOJA y el Servicio de Intermediación Laboral para Personas Sordas (SILPES). Las jornadas se celebraron en el Salón de Actos de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Jaén. Entonces poco a poco iba viviendo experiencias con las personas sordas, enriqueciéndome de una cultura nueva con la presencia de la Lengua de Signos.
Tampoco voy a olvidar mi primer viaje con la asociación, aunque fuera en un pueblo de la provincia de Jaén, fue un sábado 17 de noviembre, en un viaje organizado por la asociación junto a la Asociación de Padres y Amigos del Sordo (APAS-JAÉN), al Cerro de la Virgen de la Cabeza en Andújar. Madre mía, que día de lluvia, viento y frio. Recuerdo que, mirando aquel día por la ventana del autobús como llovía y pasaban coches, fue cuando me di cuenta de que el verano se había ido para dejar paso al otoño.
Otro día inolvidable para mí, llegó un frio 20 de diciembre, 3 meses después de darme de alta como socio, APROSOJA tuvo un detalle muy bonito conmigo e inesperado porque no me lo esperé ni por asomo y era vestirme de PAPÁ NOÉL. Tengo que reconocer que cuando me lo propusieron estaba un poco nervioso por aquello de ser la primera vez que hacía algo para ellos. Fue en una tarde que nunca olvidaré, por ser la primera en la que tuve una responsabilidad con las personas sordas. Fue muy bonito compartir la ilusión con los más pequeños de los hijos de los socios/as en la sede de APROSOJA en la calle Reyes Católicos
Otro gran recuerdo fue con la revista LA VOZ DE APRSOJA, nació como símbolo de unión entre los socios de la asociación en 1997, de carácter informativa, para eliminar una barrera de comunicación más. La metodología de la revista era totalmente participativa. Era de difusión gratuita para el socio, pero por aquella vez cuando se creó, no era socio. Pero si he tenido la oportunidad de dirigirla durante 4 años (2003-2006), incluso hubo algunas secciones con mi sello como “Sensaciones” o “La tribuna de Mallorquín” donde disfrutaba de la escritura, pero desapareció en 2009 con el cierre de la edición 39, dando pasó a internet que se hizo un lugar en nuestras vidas.
El momento más especial de mi “corta” etapa como socio llego en la clausura, que tuvo lugar el 11 de octubre de 2003, en el 34º aniversario de APROSOJA, con una entrega de premios a los diferentes colaboradores que tuvo lugar en el Salón de Actos de la Obra Social “Miguel Castillejo” de Cajasur, entonces me dieron un reconocimiento, recibiendo la placa a manos de Carmen Peñalver y posteriormente celebramos una misa en la Iglesia Parroquial de San Roque, que estaba estaba abarrotada. En el interior, no sé si exactamente había cerca 200 personas, y algunos se quedaron en el exterior hablando.
En resumen, decir adiós y empezar experiencias nuevas, puede ser difícil al principio, pero es necesario, enriquecedor y si me apuráis positivo para seguir adelante y encontrar la felicidad, encontrar tu personalidad. Aunque nuestro camino está junto en la asociación, actualmente llevo 22 años, siempre recordaré los buenos momentos que compartimos y valoraré las lecciones que aprendí a vuestro lado, y seguiré aprendiendo, porque todos los días se aprende algo y evidentemente aún soy joven de espíritu. Os deseo lo mejor en vuestra vida y espero que encentréis la felicidad, por eso digo aquello de que todo triunfo comienza por un cambio de actitud. Hasta la próxima parte
«Aunque el día esté nublado u oscuro, tu sonrisa es tu mejor luz»
— Fran sordociego
Información recopilada y redactada por Fran sordociego
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